No hay federalismo con reparto unitario de fondos
jueves 07 de marzo de 2024
El sistema de coparticipación federal en Argentina, concebido para equilibrar los recursos entre el Gobierno central y las provincias, se encuentra actualmente en una encrucijada preocupante, porque Nación se queda con el 70 por cierto del reparto primario y sólo el 30 restante es para las 23 provincias y CABA.
En principio, la ley estableció un reparto del 42,34% para la Nación, el 56,66% para las provincias y un 1% para Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Es importante destacar que en la actualidad, el reparto de fondos deja a la Nación con un 70% de la recaudación de impuestos coparticipables, mientras que solo el 30% se destina a las provincias.
Esta discrepancia ha llevado a una reducción significativa de los recursos disponibles para las jurisdicciones provinciales, limitando su capacidad para financiar obras, servicios y desarrollo local.
La gestión de Javier Milei, si bien señala a las provincias por no avanzar en acuerdos para revertir este reparto inequitativo, no parece estar comprometida con soluciones efectivas.
En lugar de buscar un diálogo constructivo y equitativo, parece estar más interesada en promover sus propios intereses y ejercer coerción sobre los gobernadores.
Es esencial recordar que la coparticipación federal en Argentina es el mecanismo mediante el cual el Gobierno central distribuye parte de la recaudación de impuestos nacionales entre las provincias. Sin embargo, en la práctica, este sistema ha experimentado modificaciones que favorecen desproporcionadamente al Gobierno nacional.
El recorte en la participación de las provincias, que ahora solo reciben el 30% de los fondos coparticipables, tiene un impacto directo en su capacidad para satisfacer las necesidades y proyectos locales.
Esta situación genera desequilibrios y tensiones entre las distintas jurisdicciones, poniendo en riesgo el principio fundamental del federalismo argentino.
Aunque la gestión de Carlos Menem no es la única responsable de la situación actual, es importante reconocer que durante su presidencia se implementaron reformas significativas en el sistema de coparticipación que han influido en la relación financiera entre el Gobierno central y las provincias.
El reparto desigual de la coparticipación federal en Argentina plantea serios desafíos para el federalismo en el país.
Es crucial promover un diálogo genuino y acciones concretas que busquen restablecer un sistema equitativo que garantice el desarrollo armonioso en todas las regiones.
Solo así se podrá preservar la equidad entre provincias, fortalecer la autonomía local, promover el desarrollo regional y mantener una relación sana entre el Gobierno central y las provincias.