Ancla fiscal con licuación, flotación sucia y más pobreza
martes 26 de marzo de 2024
El gobierno de Javier Milei ha desencadenado una crisis económica y social sin precedentes en Argentina.
El DNU de recompocision de haberes no recupera la reducción del 35% en las jubilaciones, realizada mediante licuación. Es solo una muestra del salvaje ajuste que se está llevando a cabo, con ancla fiscal como único punto de referencia, ignorando por completo el bienestar de los ciudadanos.
Mientras tanto, los fondos obtenidos y los que se negocian con el FMI tienen un único destino: pagar las deudas con el propio organismo y a cumplir con sus exigencias, dejando de lado cualquier posibilidad de inversión en políticas que beneficien a la población.
El ministro de Economía, Luis Caputo, niega otra devaluación a pesar de la persistente inflación de dos dígitos y del dólar estancado, lo que aumenta la presión sobre la economía.
Por eso no sería extraña la posibilidad de que el FMI exija otra devaluación como condición para soltar más fondos. Y aún quedan pendientes nuevas subas en servicios básicos como la luz, el gas y el transporte.
En el ámbito microeconómico, la vulnerabilidad social es insostenible. Ignacio Fidanza señala que el plan de Milei se encuentra en semanas decisivas, con ajustes postergados en tarifas y una incertidumbre en torno al dólar y al cepo cambiario que genera impaciencia en el mercado y obstaculiza la inversión.
La llegada del técnico del FMI, Rodrigo Valdes, evidencia la urgencia de encontrar soluciones para la economía argentina, pero parece que el gobierno está más preocupado por cumplir con las exigencias del FMI que por abordar los problemas reales del país.
El FMI ha dejado claro que no está dispuesto a entregar dólares para una dolarización de Argentina, lo que ha llevado a considerar la posibilidad de abrir el cepo cambiario pero en un régimen de flotación sucia.
Sin embargo, falta lo que el FMI exige en estos casos: un plan monetario claro y acuerdo político, dos requisitos inexistentes. Lo único que queda es el orden fiscal, pero a un costo social catastrófico.
En resumen, la situación en Argentina es crítica. La pobreza se acelera a un ritmo
alarmante, mientras el gobierno parece priorizar la estabilidad financiera sobre el bienestar de la población. Es necesario tomar medidas urgentes para revertir esta crisis y garantizar un futuro más próspero y equitativo para todos los argentinos, con un plan económico sustentable, ley de presupuesto con acuerdo político y recomposición de los ingresos.