sábado 5 de octubre de 2024

Los bancos, ganadores en cualquier contexto económico

martes 05 de marzo de 2024
La Ley de Entidades Financieras de Argentina, promulgada en 1977 en el contexto de la dictadura militar, ha sido un tema recurrente de crítica y debate a lo largo de los años.
 
A pesar de haber experimentado diversas reformas, el espíritu de la ley persiste, generando preocupaciones sobre su impacto en la economía del país.
Una de las críticas más destacadas hacia esta ley es su papel en la desregulación y liberalización del sistema bancario argentino.
 
Esta desregulación ha permitido una mayor libertad para las entidades financieras, lo que ha llevado a la liberalización de las tasas de interés y la apertura de nuevas instituciones bancarias.
 
Sin embargo, esta aparente libertad ha tenido consecuencias negativas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que han visto afectado su acceso al crédito.
 
La filosofía subyacente de considerar el crédito como un bien de mercado en lugar de un bien público ha exacerbado la concentración bancaria en Argentina.
 
Desde la promulgación de la ley, los bancos se han vuelto cada vez más concentrados, dirigiendo sus préstamos principalmente hacia grandes empresas o actividades lucrativas a corto plazo, en detrimento de sectores como las pymes.
 
Además, la Ley de Entidades Financieras ha marcado el inicio del proceso de extranjerización del sistema financiero argentino. Los bancos han priorizado intereses extranjeros y han dirigido sus créditos hacia actividades especulativas en lugar de inversiones productivas locales.
 
A pesar de algunas reformas realizadas a lo largo del tiempo, como la introducida en 1996 que amplió la libertad de operación para los bancos, persisten críticas sobre la falta de regulación efectiva y la influencia continuada de la ley en la concentración bancaria.
 
La Ley de Emergencia Económica de 2002, aunque no fue una reforma específica de la Ley de Entidades Financieras, tuvo un impacto significativo en el sistema financiero al establecer medidas temporales para enfrentar la crisis económica, generando controversias adicionales sobre el funcionamiento del sistema bancario argentino.
 
En resumen, a pesar de las reformas realizadas, la Ley de Entidades Financieras sigue siendo un tema relevante, pero oculto de la agenda pública, en el contexto económico actual de Argentina.
 
La necesidad de una regulación más efectiva y un enfoque que promueva la competencia y el acceso equitativo al crédito siguen siendo temas pendientes en el debate sobre la ley.
 
La persistencia de su espíritu original, establecido durante la dictadura, plantea desafíos continuos para el sistema financiero argentino en su búsqueda de equidad y desarrollo económico sostenible.