sábado 11 de mayo de 2024

De "la bomba" de las Leliqs al gran negocio de las Leliqs

miércoles 28 de febrero de 2024
En el escenario económico reciente de Argentina, ha surgido una maniobra financiera digna de atención por parte del Ministro de Economía, Luis Caputo, quien ha demostrado una "habilidad" notable, aunque irónicamente cuestionable, en la gestión de negocios financieros en el sector privado.
 
Esta vez, su destreza se ha dirigido hacia las Letras de Liquidez (Leliqs), una herramienta que el Banco Central utiliza para regular la liquidez y controlar la oferta monetaria en la economía nacional.
Caputo, conocido por su capacidad para orquestar movimientos financieros, ha desplegado una estrategia para ofrecer a los bancos que poseen Leliqs una salida
aparentemente tentadora y rentable.
 
El primer paso de esta argucia fue el canje de estos títulos de deuda emitidos por el Banco Central por los llamados "pases pasivos", operaciones financieras a corto plazo que, si bien ofrecen una rentabilidad, también plantean riesgos y preocupaciones significativas.
 
Los pases pasivos, una herramienta bien conocida en el ámbito bancario, ofrecen una oportunidad para obtener una rentabilidad a corto plazo -puede ser 24 horas- al prestar fondos excedentes a otras instituciones financieras, y generar intereses.
Sin embargo, la ironía radica en que, a pesar de la supuesta "habilidad" de Caputo en esta maniobra, su implementación conlleva un riesgo considerable para la estabilidad económica del país.
 
En una segunda fase de esta artimaña financiera, Caputo ha facilitado el intercambio de pases pasivos del Banco Central por la suscripción de títulos de deuda del Tesoro, lo cual plantea serias preocupaciones sobre el incremento del endeudamiento del Tesoro y su impacto a largo plazo en la economía nacional.
 
Es importante destacar que estas tácticas, aunque presentadas con astucia por parte de Caputo, tienen consecuencias potencialmente perjudiciales.
 
Al aumentar el endeudamiento del Tesoro para pagar deudas al Banco Central, se corre el riesgo de agravar aún más el déficit fiscal, especialmente después del impacto devastador del ajuste económico reciente en la sociedad.
 
Si bien parece complicado no lo es. Sólo se trata de que los bancos hagan buenos negocios eliminando las Leliqs con bonos rentables. 
 
Y si bien Caputo ha demostrado su "habilidad" para diseñar movimientos financieros, es crucial considerar la dimensión negativa de estas medidas y sus implicaciones para la estabilidad económica y fiscal del país.
 
El equilibrio entre la gestión de la deuda, el gasto fiscal y el bienestar social debe ser prioritario para evitar un mayor deterioro de la situación económica.
 
Porque en la teoría sólo funciona si no hay otro ajuste. Pero todo indica que habrá más recortes de gastos y otra devaluación. Y si se salva sólo a los bancos, será a costa del empobrecimiento general.