sábado 11 de mayo de 2024

Crisis económica: Hay otros caminos al brutal ajuste de Milei

jueves 22 de febrero de 2024
Con la crisis económica cada vez más profunda, Argentina se encuentra inmersa en un debate intenso sobre el impacto social de las medidas ortodoxas y neoliberales implementadas por el gobierno de Milei.
 
La devaluación del 118%, la licuación de haberes de jubilados y salarios, los recortes en obra pública y fondos específicos, así como las transferencias a provincias y municipios, han generado una ola de preocupación y malestar en la sociedad.
 
El hartazgo de la población frente a un proceso inflacionario que parece no tener fin desde 2015 (con un promedio anual del 26%) ha contribuido al surgimiento de opciones políticas más extremas, como la representada por Milei. Tanto el gobierno de Mauricio Macri, que dejó una inflación del 53%, como el de Alberto Fernández, con un alarmante 220%, han fracasado en contener esta espiral inflacionaria, lo que ha allanado el camino para propuestas más radicales.
 
Macri, en su intento por implementar un plan ortodoxo gradual, se vio obstaculizado por errores de gestión y por la falta de un enfoque coherente. Por otro lado, el gobierno de Fernández se ha visto envuelto en un constante tironeo político, con una Cristina Fernández de Kirchner que ha obstaculizado cualquier intento de estabilización económica.
 
En este contexto surge Milei, con un programa económico que busca romper con lo establecido y que ha generado divisiones y polémicas.
Su enfoque ortodoxo, con elementos como la devaluación y la licuación de haberes, ha sido criticado por su falta de consistencia y por el riesgo de profundizar la recesión económica.
 
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) publicó que con el ajuste por licuación y para el superávit de las cuentas públicas, los haberes jubilatorios aportaron el 33% del ajuste mientras que las subvenciones energéticas el 14%, la inversión real directa el 12%, las transferencias a provincias el 12% y los salarios públicos el 11%.
 
En concreto, la falta de actualización de los montos que perciben los jubilados y pensionados de forma mensual implicó una brusca caída de su poder adquisitivo, ya que con los mismos pesos pudieron comprar una menor cantidad de bienes y servicios. Una mecánica similar se dio con los sueldos del personal estatal, que registraron una caída interanual real de 28%. Y varias provincias sufren de conflictos gremiales por el traslado de la responsabilidad de Milei.
 
Frente a estas medidas extremas, el licenciado en economía y doctor en ciencias sociales, Fabian Giuliano, propone alternativas más equitativas y sostenibles.
Sugiere ajustes en el presupuesto estatal y una reforma tributaria que grave las riquezas de los 12 mil contribuyentes acaudalados, sin afectar a los sectores más vulnerables de la sociedad. Además, plantea una rediscusión de la deuda pública con el FMI en el marco de un nuevo modelo de organización estatal que promueva la estabilidad fiscal y la equidad.
 
Giuliano advierte sobre los peligros de basar el plan económico únicamente en la licuación de haberes y salarios -el salario como ancla-, ya que esto podría conducir a un aumento del déficit y del endeudamiento a largo plazo.
 
En su lugar, propone un programa monetario y fiscal creíble, acompañado de políticas de coordinación de precios y transformaciones en el mercado laboral y financiero. Además de revisar la estructura del Estado y también el esquema de tributación con las provincias en un país federal.
 
La reforma del Estado, que propone Giuliano, debe revisar partidas de fondos discrecionales que están mal utilizados y/o que requieren de una reconfiguración de esquema de gastos, dónde también entran todos los fondos fiduciarios, que son necesarios re-discutir.
 
En cuanto al presupuesto estatal, Giuliano señala nuevos esquemas de gastos y patrón tributario, que se apoye sobre impuestos directos y menos sobre impuestos indirectos.  Ello implica, rediscutir ese esquema con las provincias.
 
Es evidente que la situación económica actual requiere de soluciones integrales y equitativas que aborden las complejidades del país.
 
Las provincias podrían ir disminuyendo el impuesto a los ingresos brutos. Pero redefinir el impuesto inmobiliario, con coordinaciones cruzadas. A su vez, redefinir el impuesto a las ganancias y el impuesto a los bienes personales.
 
Las medidas extremas propuestas por Milei tienen consecuencias devastadoras para los sectores más vulnerables de la sociedad y profundizar la crisis económica y social.
 
Milei está jugando un juego muy peligroso, donde ya se ven grandes bolsones de la sociedad que come en comedores comunitarios, que no dan abasto y tampoco reciben asistencia estatal nacional.
 
A ello habrá que sumarle el aumento del desempleo que se verá desde marzo en adelante. La obra privada y pública están totalmente parada. En Formosa no hay movimiento económico.
 
El gobernador Gildo Insfrán dijo que para este período financiará con el Tesoro Provincial los fondos que venían del FONID y otros programas sociales (alimentos para las comunidades originarias por ejemplo). Pero soporta para este año. El año que viene, es incierto.
 
Y todas estas penurias socioeconómicas se producen en tan solo dos meses de la gestión de Milei con medidas tan extremas que ni la última dictadura se atrevió a tanto.
 
Es responsabilidad del gobierno nacional y de la dirigencia en su conjunto buscar alternativas que promuevan el desarrollo inclusivo y sostenible del país, evitando medidas que solo generen más sufrimiento y desigualdad.