domingo 19 de mayo de 2024

Milei, Lali "Depósito" y las estrategias en la era digital

viernes 16 de febrero de 2024
En el vertiginoso mundo de la comunicación digital, la relevancia en los motores de búsqueda como Google y la presencia destacada en redes sociales se han convertido en elementos cruciales para aquellos que buscan influir en la opinión pública y marcar agenda.
 
En este contexto, la reciente denigración del apellido de la cantante Lali Esposito por parte del presidente Javier Milei, aunque lamentable, revela una estrategia calculada para captar la atención del público y mantenerse en el centro de la discusión.
 
El reciente relevamiento de las búsquedas más populares en Google revela que la mencionada polémica ubicó a Lali Esposito en el tercer lugar de las consultas más frecuentes.
 
Este hecho, lejos de ser fortuito, evidencia la finalidad detrás de la elección de la cantante como blanco de los comentarios de Milei: obtener centralidad en los motores de búsqueda y en las redes sociales.
 
Este fenómeno se inserta en un contexto más amplio donde las redes sociales ejercen una influencia cada vez mayor en nuestras vidas, y donde la búsqueda constante de atención y validación puede llevar a comportamientos extremos.
 
La combinación de recompensa química, diseño adictivo y necesidad de conexión social hace que las redes sociales sean difíciles de resistir, y millones de personas se ven atrapadas en un ciclo de consumo digital que los aleja de la realidad política y social que los rodea.
 
Es preocupante constatar que más de 30 millones de argentinos consumen redes sociales unas seis horas diarias, lo que evidencia el impacto profundo que estas plataformas tienen en nuestras vidas y en nuestra percepción de la realidad.
 
En este sentido, el concepto de "infocracia", propuesto por el filósofo coreano Byung-Chul Han, cobra una relevancia aún mayor.
 
La infocracia describe una sociedad donde la información y la comunicación digital son las principales herramientas de dominación, y donde la libertad aparente oculta un sistema de vigilancia basado en la recopilación y análisis de datos.
 
En este régimen, la verdad y el discurso político se ven distorsionados por la sobreabundancia de información fragmentada y la aceleración del ritmo comunicativo.
 
En conclusión, la estrategia comunicacional de Javier Milei y la elección de Lali Esposito como blanco de sus comentarios denigrantes son ejemplos claros de cómo la búsqueda de centralidad en los motores de búsqueda y en las redes sociales puede llevar a comportamientos extremos.
Es crucial que como sociedad comprendamos los riesgos de la infocracia y establezcamos límites saludables en nuestro consumo digital para preservar la salud de nuestras democracias y nuestra percepción de la realidad.