domingo 19 de mayo de 2024

Reflexión y debate necesario sobre la perspectiva de género

miércoles 14 de febrero de 2024
Muchos periodistas y medios de comunicación prefieren la comodidad de lo "políticamente correcto", y no evaluar que en la búsqueda constante de equidad y justicia, la perspectiva de género ha sido una herramienta invaluable para identificar y abordar desigualdades arraigadas en nuestra sociedad, pero los extremos llevan a reflexionar y debatir esta cuestión.
 
Como toda herramienta, la perspectiva de género en su aplicación puede ser susceptible de desviaciones que, en lugar de promover la igualdad, pueden perpetuar injusticias y desequilibrios, especialmente en ámbitos jurídicos y mediáticos.
 
Históricamente, hemos transitado por un modelo patriarcal que ha marginado y discriminado a las mujeres.
 
Los movimientos feministas de las décadas del 60 y 70 lograron avances significativos en la lucha por la igualdad entre el hombre y la mujer, desafiando normas sociales y culturales arraigadas. Sin embargo, la evolución del feminismo hacia una ideología de género ha generado controversia, particularmente en su aplicación en la esfera jurídica y mediática.
 
La perspectiva de género, entendida como un enfoque que considera las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida, ha sido fundamental para desafiar estereotipos y representaciones sociales que perpetúan desigualdades de género.
 
Sin embargo, su aplicación desmedida ha llevado a una inversión preocupante de la carga de la prueba y del principio de inocencia en casos relacionados con la violencia de género.
 
La mera denuncia de una mujer, en algunos contextos, ha sido suficiente para desencadenar una serie de medidas que pueden conllevar consecuencias devastadoras para el denunciado, quien se ve obligado a probar su inocencia en un contexto donde la presunción de culpabilidad parece prevalecer en la esfera mediática y social.
 
Es imperativo reconocer que si bien es crucial abordar la violencia de género con seriedad y determinación, el tratamiento jurídico y mediático de estos casos debe ser equilibrado y respetar los principios fundamentales de un debido proceso.
 
Adoptar medidas "inaudita parte" basadas únicamente en una denuncia sin una evaluación exhaustiva de la evidencia puede llevar a injusticias y estigmatización injustificadas, sobre todo en un mundo donde lo digital tiene un valor de verdad, cuando sólo son creencias. El mundo doxático, de la opinión.
 
La aplicación equilibrada de la perspectiva de género implica no solo reconocer las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres, sino también garantizar que los derechos fundamentales de todas las partes involucradas sean protegidos. Esto requiere un enfoque interdisciplinario que combine la sensibilidad hacia las cuestiones de género con un respeto por los principios de justicia y equidad.
 
Lo contrario sería abdicar ante la acción política de izquierdas que abandonaron al proletariado -trabajadores- como sujeto revolucionario, trocándolo por minorías de autopercepción sexual. Sería continuar el triste sendero de una Argentina de extremos: de mi siquiera tomar la denuncia, a condenar en la plaza pública por la sola denuncia.
 
En conclusión, si bien la perspectiva de género ha sido una fuerza positiva en la lucha por la igualdad, es crucial reflexionar sobre su aplicación y evitar que se convierta en un instrumento para perpetuar injusticias.
 
La equidad de género no debe lograrse a expensas de la justicia y los derechos individuales, sino a través de un compromiso firme con la igualdad y el respeto mutuo, no solo entre hombres y mujeres, sino también sobre toda persona, cualquiera sea su orientación sexual, pero no hacer de esas elecciones de sexualidad una imposición que implique negar lo dado, lo biológico sobre una base de construcción cultural que dentro de sus conceptos defiende que los niños deben elegirla como norma dogmática.
 
Estamos abiertos a la reflexión y al debate honesto, sin fanatismos.