Antropólogos siguen la búsqueda de restos de víctimas de la Masacre de Margarita Belén

Durante una entrevista exclusiva con el programa La Otra Mirada de FM Espacios, el antropólogo Juan Novile, integrante del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) no solo hizo un recorrido histórico por los 40 años de trabajo del equipo sino que brindó detalles sobre el trabajo que se encuentran desarrollando en la vecina provincia de Chaco en la continuidad de la búsqueda de los restos de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén.

En ese marco, el profesional que estuvo nominado hace unos años para el Premio Nobel de la Paz señaló que “el equipo surgió en el año 1984, fundamentalmente a pedido de familiares de personas desaparecidas para la identificación, a partir de restos, de los desaparecidos. Es decir que comenzó básicamente por una demanda social”.

En esos años, no había una práctica forense en el país y “lamentablemente, la última dictadura cívico, eclesiástica y militar había dejado una gran cantidad de personas desaparecidas. A partir de ahí, una organización: Madres de Plaza de Mayo, se contacta con un forense Clayde Snow de EEUU que se encontraba trabajando en ese momento en Guatemala, identificando víctimas de la guerra civil de ese país, y vino a Argentina, hizo un par de identificaciones, determinó en varios casos, causas de muerte. Fue solicitado por el tribunal que estaba juzgando en ese momento a las juntas militares en 1985 como expositor, científico, y consideró fundamental hacer un equipo local en Argentina que tuviera básicamente tres etapas de investigación: lo que se llama la investigación preliminar, la investigación arqueológica y antropológica, aplicar técnicas y métodos de la antropología para la identificación de personas”, especificó el especialista.

Fue así que surgió el Equipo Argentino de Antropología Forense con la dirección y asesoramiento, en ese momento, de Clayde Snow y seis estudiantes. Así comenzaron a realizar “su labor de búsqueda, exhumación, análisis en laboratorio e identificación de restos de personas desaparecidas, con un objetivo fundamental y primario: el humanitario porque -insistió-, todos los familiares de personas desaparecidas buscan y tienen la necesidad de saber qué pasó con su familiar y tener el cuerpo también, porque eso es lo que permite elaborar los duelos”.

Además de ese punto, el EAAF colaboró con la Justicia Federal “en los casos por delitos de lesa humanidad, que juzga a los responsables donde aportamos también pruebas científicas”, señaló con satisfacción

Por otra parte, Novile aclaró que el EAAF es “una organización no gubernamental y científica que tiene por objeto la identificación de personas desaparecidas aquí, en la República Argentina. Más que nada trabajamos con víctimas de terrorismo de estado. Pero, ahora estamos trabajando en prácticamente todo el mundo, porque todo lo que se generó a partir del Equipo Argentino de Antropología Forense fue tomado como ejemplo en otras partes del mundo y lo estamos llevando a otros lugares”.

Malvinas

Por otra parte, en otro tramo de la entrevista, el antropólogo se refirió al trabajo desarrollado en el Cementerio de Darwin en Malvinas donde lograron identificar a 124 soldados que yacían en tumbas sin nombre.

“El equipo, en el año 2017 trabajó en la identificación de tumbas en el Cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas. Eran 124 tumbas que tenían la leyenda ‘soldado argentino solo conocido por Dios’ y fue a partir del 2008-2009, que algunos organismos de excombatientes y familiares, preguntaban, si había algún tipo de posibilidad de hacer identificaciones, porque también era fundamental para ellos, que iban al cementerio de Darwin, poder ir a la tumba de su marido o de su hijo, más que a una tumba así, sin saber cuál era exactamente el lugar donde yacían los restos de su familiar”, señaló.

Desde el año 2008-2009 se inician las gestiones entre el gobierno de Argentina y el del Reino Unido, y con la mediación de la Cruz Roja Internacional para lograr esta posibilidad. Fue así que “entre el 2015 y el 2016 se dan las autorizaciones correspondientes, y en el año 2017 se realizan las tomas de muestras en cada una de las tumbas de los soldados que estaban sin identificar y esas muestras fueron cotejadas con muestras que dejaron los familiares de esos soldados. Hoy todas esas tumbas ya están identificadas con nombre y apellido”, dijo con satisfacción.

Además explicó que siguen trabajando en Argentina. “Hace dos años estuvimos en el norte de Santa Fe y en todo lo que es la zona del nordeste, trabajando en el cementerio del Chaco en el cementerio de Formosa, de Corrientes, en Goya, en varios lugares que contenían tumbas NN, sin identificar, y también estuvimos haciendo lo que se llama determinación de identidades”.

Esto ocurrió porque entre los años 1976 y 1977, “varios cuerpos fueron entregados a sus familiares a cajón cerrado. No podían hacer velorio ni podían ver tampoco los restos que contenían esos cajones. Por lo tanto, varios familiares solicitaron definir esas identidades, con lo cual todos esos trabajos los estuvimos realizando en ese momento”. Y apuntó además, que actualmente se encuentran trabajando “en la zona de Resistencia, en una zona aledaña al cementerio, donde estamos haciendo estudios de prospección en el subsuelo, mediante georadar, con el apoyo de Gendarmería Nacional”.

En Formosa, “lo que hicimos fue trabajar sobre varias tumbas NN, en el cementerio de Formosa. Allí hicimos también identificaciones a pedido de familiares que les habían entregado sus cuerpos y que no sabían realmente o no tenían certeza de las identidades que habían recibido. Trabajamos concretamente en el cementerio. Hace dos años habíamos estado recorriendo una zona de posibles inhumaciones clandestinas a las afueras de la ciudad de Formosa, y también en un lugar yendo hacia el norte. Era una pequeña localidad en la cual, a las afueras, en zona rural, también se hablaba de una de las posibles inhumaciones clandestinas”, señaló el antropólogo.

Sobre la Masacre de Margarita Belén

Por otra parte recordó que uno de los casos sobre los que estuvieron trabajando tiene que ver con la Masacre de Margarita Belén. “En este caso, tenemos dos identificaciones que fueron realizadas en el cementerio de Empedrado, precisamente frente a la localidad de Resistencia porque algunos cuerpos se tiraron al río y, por las corrientes fueron encontrados flotando, cerca del otro lado, en la otra margen, del lado de Corrientes, y fueron hallados en el cementerio de Empedrado. Esta situación demostró que no fue un trabajo homogéneo, sino que algunos cuerpos fueron arrojados al río. También teníamos la hipótesis, a partir de denuncias y testimonios, que varios de esos cuerpos habían sido inhumados en el cementerio de Resistencia”, describió para sumar que por esa razón llevaron a cabo “varias excavaciones, prospecciones en el cementerio de Resistencia, en lugares que nos decían que también habían sido modificados posteriormente, O sea, que en un momento eran lugares que se utilizaban para sepulturas en tierra y que después habían sido modificados, construyendo algún que otro monumento o calle, por lo cual también hacíamos trabajos de pasaje o radar, de determinar posibles anomalías debajo de esas construcciones. Habríamos parte de eso, con excavaciones, y también hicimos varias excavaciones en tumbas NN para ver si lográbamos hallar más restos de esa masacre”.

Actualmente, se había mencionado un lugar que originariamente era un descampado, frente al cementerio de Resistencia y, allí “se están haciendo prospecciones, porque ahora es una zona de barrios que está construido frente del cementerio de Resistencia y otra hipótesis era que habían quedado al lado de la ruta, que se había hecho una fosa ahí, pero se hicieron estudios con georadar que dieron negativo; con lo cual se sigue trabajando para dar con los cuerpos que faltan de la Masacre de Margarita Belén”, concluyó diciendo.