domingo 19 de mayo de 2024

Superávit fiscal: ¿A qué costo para la sociedad?

viernes 09 de febrero de 2024
El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el logro del superávit fiscal primario en enero ha generado celebración en el Gobierno de Javier Milei, mientras que para gran parte de la sociedad argentina la preocupación es mayor.
 
Mientras el Gobierno busca alcanzar el objetivo de superar el déficit cero y obtener un superávit del 2% del PBI, los efectos de estas medidas se sienten con fuerza en sectores clave de la economía y el bienestar social.
 
Según un informe de la consultora Analytica, el gasto público primario ha disminuido significativamente, afectando especialmente a rubros como las jubilaciones, la obra pública -que se redujo a cero- y las transferencias a provincias.
 
Este ajuste, que representó una caída del 36,9% en el primer mes del 2024, refleja la determinación del Gobierno nacional de controlar el gasto y cumplir con los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional.
 
Sin embargo, es importante señalar que este superávit no será sostenible en el tiempo, ya que ha sido logrado principalmente mediante la licuación por inflación de salarios y activos, y una devaluación del 118%. Es decir, es recesivo y a menor consumo y actividad, cae la recaudación fiscal y obliga a más recortes. Un círculo vicioso.
 
Además de los recortes mencionados, se suma la eliminación del Fondo de Incentivo Docente, que integraba los salarios de este sector, exacerbando la situación para los trabajadores de la educación.
 
La paralización total de las partidas destinadas a obra pública ha generado preocupación en el sector de la construcción, con la Cámara Argentina de la Construcción declarando un "Estado de Emergencia" debido a la paralización de miles de trabajos y el riesgo de pérdida de empleos. 
 
Proyectos importantes de infraestructura se encuentran frenados, lo que afecta el desarrollo crucial para el país.
Además, las transferencias a provincias han sufrido una reducción del 58,9%, exacerbando las tensiones entre el Gobierno central y las gobernaciones.
 
La eliminación del "Fondo Compensador del Interior" y la quita de subsidios al transporte de pasajeros agravan esta situación, generando incertidumbre en las regiones.
 
En cuanto a las jubilaciones y programas sociales, se ha registrado una fuerte contracción del gasto, lo que ha afectado a los beneficiarios y ha despertado preocupación sobre el acceso a la seguridad social y la asistencia económica para los más necesitados.
 
En resumen, el superávit fiscal anunciado por el Gobierno de Milei plantea importantes desafíos sociales y económicos que deben abordarse con sensibilidad y precaución.
 
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la responsabilidad fiscal y la protección del bienestar de todos los ciudadanos argentinos, evitando medidas que comprometan el futuro del país y el bienestar de su población. El camino elegido del "todo o nada", y un dogmatismo fanático que enfrenta a las provincias es un camino peligroso.
 
Las provincias son preexistentes a la Nación y el gobierno de Milei debe entender que el Ejecutivo es sólo uno de los tres poderes del Estado y que el federalismo no es retórica, porque "dejar sin un peso a los gobernadores" no significa castigar a una persona, sino a toda la población contenida en las provincias.
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