miércoles 8 de mayo de 2024

La complicidad de la UIA con el ajuste neoliberal de Milei

domingo 31 de marzo de 2024
La crisis que azota a la industria argentina se profundiza con las recientes medidas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, marcando un punto crítico en el horizonte económico del país. La recesión, la caída de la actividad y la paralización de la obra pública son solo algunas de las consecuencias palpables que están afectando a empresarios y trabajadores por igual.
 
En medio de este escenario desalentador, la Unión Industrial Argentina (UIA) debería levantar la voz y defender los intereses del sector productivo.
Sin embargo, su cúpula permanece inquietantemente en silencio.
 
¿Es estrategia, negligencia u obsecuencia? La pregunta fue lanzada por uno de sus miembros, el titular de FAIMA, Román Queiroz, quien decidió no quedarse callado ante la desesperación que embarga a muchos industriales.
 
Su denuncia no solo señaló la falta de acción de la UIA, sino que también puso de relieve una posible alianza entre la UIA, Techint y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) con el gobierno de Milei.
 
Es alarmante observar cómo la UIA reacciona tímidamente, solo emitiendo comunicados cuando las políticas gubernamentales afectan directamente a los intereses de las grandes empresas representadas por Techint y COPAL.
 
Este comportamiento deja en evidencia una falta de compromiso con la defensa de los intereses de toda la industria nacional, especialmente de las PYMES que representan el verdadero motor de la economía argentina.
 
El dato de que el titular de la UIA sea Daniel Funes de Rioja, quien también lidera COPAL, añade una capa adicional de preocupación. Esta dualidad de roles plantea interrogantes sobre los verdaderos intereses que representa la UIA y hasta qué punto está comprometida con la defensa de la industria nacional en su totalidad.
 
El peso de Techint en el escenario político y económico del país es innegable, con una notable presencia de funcionarios provenientes de esta empresa ocupando puestos clave en el gobierno, según publicó el diario Perfil.
 
Esta situación genera dudas sobre la independencia de la UIA y su capacidad para actuar en defensa de los intereses de todos los sectores industriales.
 
Es hora de que la UIA deje de lado la complicidad y actúe en defensa de los intereses de toda la industria argentina. Hoy está en la misma postura que en la primera ola neoliberal, durante la dictadura.
 
La falta de respuesta contundente por parte de la entidad ante las políticas neoliberales de Milei plantea interrogantes sobre su verdadero rol y compromiso con el sector productivo del país.
 
La industria no puede permitirse ser sacrificada en el altar de intereses particulares y políticas económicas insensibles.
 
Es momento de que la UIA asuma su responsabilidad y defienda con firmeza el futuro de la industria argentina.