viernes 19 de abril de 2024

La Defensoría del Pueblo denunció la circulación de fake news en el proceso electoral

martes 11 de junio de 2019

Desde el -ODEPOE- (Observatorio de Derechos Electorales y Políticos) que funciona en el seno de la Defensoría del Pueblo, se remitió una formal actuación al Jefe de la Policía de la Provincia de Formosa, para que informe inmediatamente sobre la veracidad, autenticidad y legitimidad de las denuncias viralizadas por las redes sociales y en las cuales se hace referencia a un supuesto “gran fraude” preparado para las próximas elecciones previstas para este domingo 16 de junio del corriente mes y año.

El Ombudsman José Leonardo Gialluca, señaló que las “fakenews o noticias falsas” junto a los trolls y bots, “nos están vendiendo pescado podrido” con la finalidad de originar incertidumbre y zozobra en toda nuestra Comunidad. Es que ni las redes sociales, los gobiernos, las regulaciones en internet, las organizaciones independientes de verificación de datos, ni los medios de comunicación con rigor periodístico están preparados para desmentir o frenar el flujo de tanta información falsa. Así que la solución tiene que estar en los votantes. Las capacidades técnicas de internet para distribuir masivamente información no verificada, nos obligan a cambiar como ciudadanos: ser más prudentes con lo que leemos y lo que compartimos.Las redes sociales y aplicaciones de mensajería, como WhatsApp, el canal en el que, según un estudio durante las últimas elecciones presidenciales de Brasil, más de la mitad de los mensajes enviados con contenido político tenían noticias falsas; a menudo ofrecen dos atractivos a quienes quieren ensuciar a un candidato o partido político. El primero es el anonimato: la oportunidad de lanzar una piedra y esconder la mano con escasas o nulas probabilidades de ser atrapado. El segundo es su efecto multiplicador: una buena mentira, bien contada, puede dar la vuelta al País o una Provincia, aunque su emisor sea una persona con pocos seguidores.

A ese fenómeno de viralidad y anonimato se agrega una complejidad adicional: algunas versiones poco creíbles pero atractivas a menudo circulan más rápido que los artículos que las desmienten. Un ejemplo es el reportaje falso que se le hace a una persona vestida con un uniforme de la Policía de Formosa y donde, relata un supuesto gran fraude preparado por el gobierno y las autoridades a cargo del control y traslado de las urnas.

Gialluca señaló que espera que la Justicia tome cartas en el asunto y por otro lado, señaló que en el supuesto de existir un ciudadano con conocimiento de tamaña irregularidad, obviamente no va a acudir a las redes sociales, sino que inmediatamente con seguridad, planteará con pruebas suficientes el hecho ante las autoridades nacionales competentes, y desde allí ya surge la primer gran duda sobre la veracidad de esta denuncia, puesto que no hay necesidad de “alterar la voz” y pretender hacernos creer que en una contienda electoral, no existen los fiscales de mesa, generales, etc., de los diferentes partidos políticos, candidatos, autoridades, medios de comunicación, y otros que se preparan para que todo se encamine con absoluta transparencia y por ello, somos los ciudadanos de la calle, ya que no hace falta ser un experto, los que debemos analizar rápidamente este tipo o clase de noticias falsas y desecharlas inmediatamente.