viernes 29 de marzo de 2024

"Apetito emociogénico": cuando la comida es una gratificación para evadirse de los problemas

lunes 18 de junio de 2018

Suele pasar que los alimentos sean mucho más que eso y representan aquello a lo que se recurre como consecuencia de emociones positivas o negativas. Según estadísticas, al 80% de las personas las situaciones estresantes las llevan a comer más

“Como porque estoy triste, estoy triste porque como”, puede llegar a convertirse en un círculo vicioso difícil de desentrañar. No pocas veces ocurre que la comida se convierte en una gratificación oral que tranquiliza y lleva a una zona de confort.

Una radiografía psicológica y conductual de estos tiempos mostraría que al estrés y la sobreabundancia de comida a la que se vive expuesto dentro de hábitos sociales aceptados, se agrega la presencia de otro factor hasta ahora desconocido, o poco estudiado: “el apetito emociogénico”.

Según los especialistas, éste sería uno de los culpables de los malos hábitos y conductas que llevan a ganar sobrepeso.

El doctor Arturo Rolla, endocrinólogo senior del Beth Israel Deaconess Medical Center y de la prestigiosa universidad de Harvard, advirtió que este “es uno de los problemas que llevan a incrementar las estadísticas de obesidad por problemas de ansiedad, depresión, autoestima baja y frustraciones”. “Es que la comida no es sólo comida, sino una gratificación oral que nos tranquiliza y nos lleva a una zona de confort, de manera que, como consecuencia de las emociones, se aumenta el apetito emociogénico y hace que comamos más de lo que debamos comer”, explicó el experto, para quien “a su vez, la obesidad lleva a las personas a padecer la estigmatización y discriminación y a enfrentar problemas de mala adaptación psico-económico social, que llevan a cerrar el círculo vicioso de obtener gratificación ante estas situaciones a través del deseo de comer para saciar el apetito emociogénico”.

“Esto nos aumenta el apetito emociogénico, nos hace comer en exceso y a preferir comidas de alto contenido energético; las grasas dulces como chocolate, cremas heladas, dulce de leche, dan aún mayor confort emocional”, argumentó Rolla.

A esas y otras conclusiones arribaron los más de 400 especialistas y estudiantes de todo el país que se reunieron en el marco de las XXI Jornadas de Medicina Nutricional y Obesidad organizadas por Fundación Diquecito, evento en el que se realizó además el Primer Encuentro Regional Interuniversitario Presencial del Special Interest Group (SIG) de Obesidad, que reunió a investigadores y representantes de universidades de Chile, Ecuador, Brasil y Argentina.

Muchas personas comen por estrés, que es un comportamiento aceptado por todos, pero poco estudiado. Según estadísticas brindadas por el especialista, para el 80% de las personas las situaciones estresantes los llevan a comer más, mientras que en el 20% de los casos los hace comer mucho menos.

Dos miradas complementarias sobre tratamientos de diabetes
Otro de los bloques de disertación fue dedicado a la diabetes mellitus. Sobre este tema, la doctora Graciela Rubin, miembro del Área de Obesidad y del Servicio de Diabetología y Nutrición del Hospital Privado de Córdoba, brindó información precisa sobre los distintos tipos de tratamientos farmacológicos de la diabetes tipo 2, y abogó por un mayor grado de personalización en el tratamiento y la prevención de la obesidad y de las enfermedades cardiovasculares.

“Si seguimos por este camino, estamos asistiendo a la crónica de una epidemia anunciada. Las peores predicciones para el 2030 – 2040 están aquí y ahora. En este momento, Asia es el epicentro de la epidemia de diabetes”, advirtió la especialista en Nutrición Clínica de la Universidad Favaloro.

Sobre nutrigenética y los marcadores genéticos del desarrollo de obesidad
Durante el encuentro se llevó a cabo una mesa de exposición de trabajos en relación a la nutrigenética, en la que los especialistas alertaron que “se está dando a nivel mundial una transición epidemiológica hacia las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la obesidad, la enfermedad cerebro vascular y el cáncer, las cuales reemplazaron como principales causas de mortalidad a las enfermedades infecciosas”.

En ese sentido, la doctora Daniela Defagó, doctora en Ciencias de la Salud e investigadora del Conicet explicó cómo se aplica un test nutrigenético en el que se estudian los polimorfismos (variantes) genéticos más asociados a las patologías o enfermedades más prevalentes, además de encontrar información de sus variantes.

“En el marco del Aniversario de los 100 años de la Reforma Universitaria, hemos adherido a este compromiso de trabajar mancomunadamente; de salir de nuestras universidades y formar redes, poder compartir experiencias y aprender de otras unidades académicas para hacer frente a problemas comunes respecto a la prevención de la obesidad”, finalizó la presidente del Comité Científico de Fundación Diquecito, Ana Lía González.