Tal y como viene ocurriendo en distintos puntos del país, esta tarde, a partir de las 18.30 en la sede de ATE Formosa, se proyectará el documental “Lago Escondido. Soberanía en Juego” como disparador para un posterior debate entre los que asistan. El acceso es libre y gratuito y contará con la presencia del cineasta y autor del documental Camilo Gómez Montero.

Durante una entrevista exclusiva con La Otra Mirada de FM Espacios, Gómez Montero explicó que “la idea de hacer el ‘docu’, surge en buena medida, como casi siempre pasa, cuando tenemos ganas realmente de hacer una historia que nos sensibiliza desde algún lugar. Y mi caso, yo soy correntino, y hará cosa de año y medio llegó por la radio la información de que a un grupo de argentinos les habían cortado el paso, los habían cercado ahí. Fue una patota al servicio de este británico, Joe Lewis, y entre los que estaban allí militando y luchando en esa zona estaba Jorge Ratchid, un compañero al que tuve oportunidad de conocer una película anterior: ‘Buscando al comandante Andresito’”.

Jorge Rachid es un militante histórico del campo popular; un hombre de 70 y “toda la vida luchando”, destacó el cineasta para sumar que acceder a esa información lo movilizó. “Quedé un poco shockeado ¿Cómo puede ser que yo esté en mi casa y ahí hayan compañeros y compañeras poniendo el cuerpo en las montañas de la Patagonia luchando por nuestra soberanía?, porque se trata de eso, de luchar por la soberanía”, enfatizó.

Ante esto es que surgió la idea de asistir a la siguiente marcha al Lago Escondido, sumarse a las que se realizan todos los años y en paralelo, la intención de llevar a cabo el documental. “Es que las palabras Lago Escondido aparecen cada tanto en alguna información que tiene que ver con algún hecho judicial o las marchas o alguna información sobre Joe Lewis. Pero después inmediatamente se diluye todo y queda como un poco abstracto y yo quería darle imagen y sonido”, señaló el cineasta.

En ese mismo sentido, Gómez Montero explicó “cómo funciona un feudo británico en nuestra Patagonia. Es que es un feudo de 12 mil hectáreas, un enclave ya en el continente que tiene sus propias leyes, que tiene sus propias fuerzas paraestatales, que están al servicio de este inglés, y que están dispuestas, literalmente, a molerte a palos si vos, como argentino querés acercarte a algo que es parte de tu país y a un lago que, como dice el Código Civil de la Nación: los lagos navegables son propiedad de la comunidad, son de todos los ciudadanos y las ciudadanas de esta parte y podemos acercarnos ahí a pegarnos un chapuzón, a tomar un poco de sol, incluso disfrutar de los primeros 15 metros de silga, que también son de propiedad pública”.

El documental tiene una duración de una hora y quince minutos pero implicaron más de sesenta horas de material producidos en la Patagonia. “La película es un relato paralelo de lo que va ocurriendo en dos puntos principalmente de la acción, que son: uno, el camino de Tacuifi, que es un camino que está bloqueado por este británico, que le puso un portón tremendo de hierro. Y por otro lado, el camino de la montaña, donde hay un grupo de argentinos que hace ese camino de montaña en la columna Juana Azurduy. Y en esos dos puntos de acción ocurren todos los hechos que totalizan estas 70 horas de material, de lo cual hemos dejado justamente lo que consideramos más importante y un testimonio de mayor fuerza”, describió para aclarar también que el documental no es de entrevistas sino que tiene otro formato.

“Recurrimos a una cámara que está en medio de la acción, que no interviene. Es una cámara tipo reality, que pasa a ser un testigo permanente de lo que va ocurriendo y les aseguro que van pasando cosas todo el tiempo. Es impresionante todo lo que pasó en esos 15 días de lucha ahí en Lago Escondido, en la séptima marcha. Lo que hicimos en el documental fue condensar la acción más trascendente y queda poco para interpretar, porque el material es muy crudo, muy muy duro en algunos momentos. Incluso hay una gran violencia de parte de la gente que está al servicio del británico”, advirtió.

Teniendo como precedente las proyecciones ya realizadas en otros puntos del país, Gómez Montero marcó que “el espectador realmente queda sorprendido de lo que ve, porque esto no se ve en los más canales de televisión; esto no está en las grandes agencias monopólicas, sobre todo de Buenos Aires. Entonces es una realidad que se desconoce y en la cual se va a advertir claramente que los argentinos parecemos extranjeros en nuestro propio país”, y refirió además que las imágenes obtenidas forma parte de una causa judicial que está en la Justicia de Bariloche.

Si bien el documental ya tuvo 55 proyecciones en diferentes provincias, “no estamos dentro de ningún circuito oficial, ni de ningún canal. Las proyecciones ya fueron en Patagonia, en Córdoba, Buenos Aires y en otros lugares de Argentina. Ahora estamos en Formosa y pasado mañana se estrenará en Corrientes y después en Resistencia. Esto es lo que hacemos. Invitan a la película y tratamos de acompañarla en la medida de nuestras posibilidades económicas, de acercamos con la película y estar presentes siempre con algún integrante de la columna de montaña o de las marchas que hace la FICCA (Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua) para que se dialogue con El Espectador”.