jueves 28 de marzo de 2024

Piglet, el perrito sordociego que tuvo una segunda oportunidad y ahora conquista a todos en las redes

jueves 31 de octubre de 2019

Este perrito parece sacado de las historias de Winnie the Pooh, ya que su tono rosado y la ternura que transmite lo hace parecer un dibujo animado: por este motivo se llama Piglet. El can nació con el color rosa pastel pero también sordo y ciego. A pesar de sus dificultades, se volvió todo una estrella en las redes.

Nació en una casa con otros 37 cachorros de diferentes razas en la que nunca terminó de encajar. Fue rescatado, enviado a un hogar de acogida y poco después fue adoptado por Melissa Shapiro, una veterinaria estadounidense de Georgia que le acogió con los brazos abiertos y le llenó de todo el amor que le había faltado hasta el momento cuando apenas pesaba medio kilo.

En un principio, no lo iba a adoptar definitivamente, pero tras dos meses con Piglet le fue imposible imaginar su vida sin él.Actualmente, vive junto a otros 6 perros y está completamente integrado a su nueva familia. El perrito es una mezcla de perro salchicha y chihuahua y su color de pelaje es algo muy raro de ver, pero al haber nacido sordociego y tener dos padres con pelaje moteado, tiene un 25% de posibilidades de que nazca con este color tan claro.

“Estaba tan ansioso que gritaba constantemente. Él jugaba y luego se iba a dormir pero el resto del tiempo estaba gritando. Tuve que estar con él todo el tiempo el primer mes que estuvo en casa”, le explicó la dueña del can a la revista People Luego agregó: “Fue una decisión muy difícil. Cuidar de un cachorro discapacitado es como tener un trabajo a tiempo completo. Pero es tan mono que no pudimos separarnos de él”.

Piglet se convirtió en toda una celebridad en las redes ya que rápidamente tiene más de 100 mil seguidores que están encantados con su historia de superación. El perrito también tiene su propia página web, donde enseña su ejemplo a niños y mayores y anima a todo el mundo a que adopte una mascota con discapacidad porque es igual de válido que los demás y también merecen tener una oportunidad.

La vida de Piglet llegó hasta un colegio de Massachusetts, donde un profesor utilizó el caso como ejemplo para una terapia de crecimiento positivo. Su historia sirvió para enseñar a los estudiantes a no darse por vencido y promover la idea de crecimiento y lucha personal. Shapiro explicó: “Al final del año, sorprendimos a los alumnos. Pensaban que íbamos a hacer una videollamada por FaceTime y entramos de repente con Piglet montado en su silla de paseo junto a tres de mis perros. Todo el mundo se puso a llorar”.