sábado 20 de abril de 2024

"No vi la de Monzón, pero tengo amigos dolidos porque nos están dejando muy mal a los boxeadores"

martes 30 de julio de 2019

Invitada al lanzamiento de la segunda edición de la Liga Patagonia Rebelde de boxeo amateur, Marcela “Tigresa” Acuña recalcó que le gusta ese título. “Yo misma soy así: rebelde. Y con muchas causas”, se confiesa la primera boxeadora con licencia en la Argentina y principal impulsora de la actividad femenina en el país.

Razones no le faltan para sentirse así: la ex campeona sudamericana de full contact desafío todas las normas no escritas, desde la práctica misma de un deporte en el que las mujeres no tenían tanta exposición décadas atrás hasta el desafío de “las convenciones sociales” en la constitución de la familia (tuvo su primer hijo sin contraer matrimonio a los 16 años con su entrenador, 22 años mayor que ella, al que conoció siendo su instructor cuando tenía 7 y con el que aún continúa).

Sin pertenecer a ninguna agrupación en las luchas de género fue haciendo su propio camino arriba del ring, en una actividad que los hombres miraban con recelo para la mujer y fuera de él, incursionando por el camino de la política.

Otras de sus facetas la muestran como mujer del espectáculo, con activa participación en novelas e incluso incursionando en algún momento en el programa más exitoso de la televisión argentina, el “Bailando por un sueño”.

Madre de dos hijos, ex legisladora durante dos períodos por el Frente para La Victoria y luego Frente Renovador en el partido bonaerense de 3 de Febrero, encontró en el deporte un camino de superación y dejó una huella que hoy, a los 42 años, sigue sosteniendo. Aunque es consciente de que su retiro está cercano, asegura que seguirá peleando desde otro lado.

“Por primera vez me toca acompañar un torneo de estas características (realizó una exhibición en el Ruca Che). Siempre es un gusto poder venir al interior y acompañar estos eventos”, señaló la formoseña, que viene de pelear con la mexicana Jackie Nava, con la que empató en Puerto Vallarta. “Una decisión injusta, que por suerte todos vieron y que, de alguna manera, convalida mi triunfo aunque opacado por un fallo localista”, se quejó la única campeona en las cuatro organizaciones más importantes del mundo (CMB, AMB, OMB y FIB), en la categoría supergallo, además de otros títulos regionales e interinos.

Acuña insistirá en tener una revancha. “Probablemente con Jazmín Rivas, de México, con la que ya hemos combatido en 2007. Por ahora la aspiración inmediata es mantenerme como campeona mundial hasta fin de año. Ser campeona es fácil, se los aseguró. Lo difícil es mantenerse”, explicó.

Con tantas facetas en su vida y en coincidencia con el boom de las series biográficas, confesó: “Obviamente me gustaría que hubiera una serie de La Tigresa Acuña. No vi la de Monzón, pero tengo amigos que se sintieron tocados o dolidos porque nos están dejando muy mal a los boxeadores. Le están mostrando a la gente lo peor. Nos quieren meter a todos en la misma bolsa y nosotros, como integrantes de esta gran familia, tenemos que seguir demostrando que no somos lo que muestran esas series. Sería bueno que hagan una serie de la Tigresa pero siempre mostrando la verdad y más que nada el sacrificio, la perseverancia y los valores que tenemos los boxeadores, en lugar del lado más oscuro”, concluyó.