jueves 25 de abril de 2024

Sara Winter, la activista antiderechos de Bolsonaro que llegó a Formosa

jueves 02 de mayo de 2019

Ayer y hoy se presentó en Formosa la brasilera Sara Winter, defensora de la maternidad forzada y promotora de la lesbo-trans-homofobia. Su nombre real es Sara Fernanda Giromin, tiene 27 años y se define como “ex feminista”. Con la llegada de su hijo, cambió completamente su vida al punto de transformarse en lo contrario que sostenía defender años anteriores.

Primeramente, no la llamaremos ProVida porque estar a favor de la vida es mucho más que pedir que nazcan niños/as y no solo por no respetar la decisión de las gestantes, sino por no pensar y desear que un niño/a nazca en un hogar que lo quieran y con las condiciones socioeconómicas que puedan garantizarle una vida digna.

En segundo lugar, en estas semanas invitaron a su evento en numerosas notas en los diarios que la presentan como ex feminista, definido también por ella misma, como si no fuera una contradicción hasta biológica estar en contra de su propio género. Según cuenta en sus escritos, youtube y demás, fue militante de un movimiento feminista llamado Femen.

En este espacio participó “convencida” de luchar contra la violencia de género después de haberlo vivido con su propia familia. Realizó intervenciones en la calle contra la brutalidad policial, protestas en topless y participó del beso masivo contra la homofobia frente a una Iglesia que quedaron registrados por las cámaras de los medios de comunicación.

Entre las cosas que la hicieron “cambiar” incluye que su entrenamiento en Ucrania por invitación de la fundadora de Femen en 2012, donde describe como un culto donde no le permitían ser heterosexual, era obligada a vestirse como las demás y sin posibilidad de practicar ninguna religión.

Sobre este punto, es necesario aclarar que los diferentes movimientos feministas tienen como objetivo visibilizar la lucha por la igualdad, hay espacios más horizontales y otros más verticales, pero si alguno/a está en alguno que corta la libertad de las integrantes, le recomendamos salir urgente y sumarse a otro.

Hay espacios de cristianos a favor del aborto legal, hay espacios de (solo o mayoría) lesbianas, trans, gays, no binaries; otros divididos por las profesiones, por los trabajos territoriales, porque cada uno milita y defiende la causa feminista desde un grupo que se sienta contenido.

¿Por qué escribir sobre Sara Winter?

Porque de apoyar la libertad de las mujeres pasó a militar activamente lo contrario y con altos contenidos de intolerancia en los mismos aspectos que solía defender. Y fue tan grande su transformación que la llevó ocupar un cargo en el Gobierno de Bolsonaro. No es dato menor que dicho régimen criminaliza la homosexualidad y habla claramente del rol de la mujer desde una visión retrógrada y misógina.

Sara es Coordinadora Nacional de Políticas para la Maternidad, en el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos en ese gobierno nefasto que al estar en abiertamente en contra de la diversidad obligó a un funcionario gay a exiliarse y que tiene relación con el asesinato de la concejal y activista por los derechos humanos, Marielle Franco, gobierno que adelantó que no va a invertir en carreras universitarias como filosofía y sociología. Un gobierno que se parece mucho a la edad media.

Winter llega para hablar de la "Ideología de Género" en los medios y la cultura. Este tema es muy tratado actualmente por quienes se oponen al aborto legal y a todos los demás temas relacionados al feminismo, encontrando en Argentina a expositores como Agustín Laje.

Desde los grupos conservadores designan como “ideología de género” a la construcción teórica propuesta por las feministas para desestabilizar relaciones fundamentales que reproducen un sistema violento que perpetua el mandato de una masculinidad donde los sujetos perciben los crímenes de poder que (se) cometen como actos de justicia, como castigo por el “desacato” dentro de una jurisdicción que le pertenece, donde el cuerpo de la mujer es entendido como parte del territorio. (Segato,2003)

Lo que llaman ideología es en realidad el feminismo, una concepción igualitaria que tiene la loca idea de que las mujeres, lesbianas, trans, gays, identidades no binarias somos personas y tenemos los mismos derechos y, por lo tanto, queremos las mismas garantías de respeto y reconocimiento de los hombres.

También, no es menor destacar que en las invitaciones e imágenes que circulan invitando a su presentación, se la representa como un caso excepcional: una feminista que cambia de postura y se pasa al otro bando "provida". Todo un logro, ¿o no?

Conocemos cientos de casos de mujeres que luego de sufrir violencia, ser obligadas a parir, haber sido abusadas o simplemente por sororidad, cambiaron de parecer y hoy son activas defensoras del aborto legal y militantes feministas. Pero no se hace de ellas una “marca”, no se las exhibe como trofeos quitados al otro bando, simplemente porque no es de importancia para el fondo de nuestra lucha: la defensa de los derechos de las mujeres.